Conforme nos encontramos a los últimos dragones mi percepción de ellos cambio, ya no siento sus presencias imponentes, sino sus patético espíritus soñando una grandeza que quedo muy profundo en la oscuridad de este mundo, ahora esas bestias no son mas que un recuerdo de ...
Monstruos malignos acomplejados al ver lo pequeños que son ante las fuerzas de la verdad, poderosos pero impotentes, autosatisfechos en la nada de sus acciones, patéticos .....
Una vez pensé en regresar a darles su merecido, pero veo que eso seria levantarles el castigo y esa labor no me corresponde, que se queden reinando en sus imperios de barro y roca a las alimañas que ahí moran; no representan una amenaza para el mundo y de alguna forma, ahora sirven al bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario